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Las contracciones de parto ayudan al bebé a adaptarse a la vida extrauterina. Esa especie de masaje que le proporcionan las contracciones le sirve de entrenamiento para “aprender” a respirar.
De hecho, es muy aconsejable que, aunque por motivos médicos tu bebé vaya a nacer por cesárea, empieces con las contracciones de parto, y ese mismo día te vayas al hospital para la cesárea. Programar un día concreto no tiene ningún sentido, mejor esperar y asegurarnos que el bebé está listo para nacer, y dejarle además disfrutar de esas primeras contracciones que disminuirán la posibilidad de que tenga los problemas respiratorios comunes de los bebés nacidos por cesárea.
Así que… no vuelvas a decir eso de “pasé los dolores para nada, porque terminó en cesárea”, y si se lo escuchas decir a alguna mamá, cuéntale los beneficios que le ha aportado a su bebé, seguro que se sentirá mejor.
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