
El hipnoparto es un método de “manejo” del dolor que se puede utilizar durante el parto. Se basa en una serie de visualizaciones, relajación y técnicas de respiración.
En las “clases de preparación al parto” desde siempre hemos hablado de la respiración. La verdad es que todas sabemos cómo respirar (nadie tiene que enseñarnos a eso), y no es necesario respirar de ninguna manera concreta para tener un “mejor parto”. El aprender técnicas de respiración puede servirnos a las mujeres para estar más relajadas en el parto, sentir una mayor calma o control emocional y, como consecuencia, sentir menos dolor.
En el Hipnoparto la respiración es importante, pero no por sí sola, sino como medio de encontrar la relajación y facilitar las visualizaciones, y transitar así el parto logrando no enfocarnos tanto en lo exterior, estrés, miedo sino enfocarnos en nuestro cuerpo, nuestro bebé y nosotras mismas.
No hay ninguna contraindicación para utilizar las técnicas de hipnoparto ya que, como digo, te servirán para sentirte mejor y más calmada, así que podemos utilizarlas en un parto natural, en un parto inducido, incluso con una epidural o una cesárea.
¿Qué técnicas concretas se aprenden con el Hipnoparto?
Respiración.
Controlar la respiración, respirar de una determinada manera con la contracción, y de otra manera entre contracciones, nos ayuda a sentir menos tensión, menos dolor, y nos aporta calma y sensación de control.
Visualizaciones.
Practicar visualizaciones durante el embarazo nos ayuda a saber a qué nos vamos a enfrentar, lo cual nos proporciona una sensación de seguridad y calma, al contrario de cuando nos enfrentamos a una situación desconocida. Va preparando además a nuestro cuerpo y a nuestra mente inconsciente a segregar determinadas hormonas ante determinadas situaciones: cuando yo he visualizado muchas veces durante mi embarazo que estoy de parto, con los profesionales que me acompañarán en él, en el lugar que he elegido, con mi pareja, sintiendo las contracciones, y posteriormente abrazando a mi bebé; y todo esto lo he visualizado sintiéndome calmada, sintiéndome feliz, sintiendo amor por el proceso, por mi cuerpo y por mi bebé… mi cuerpo va segregando las hormonas del amor, de la analgesia y de la felicidad y, por tanto, cuando en la realidad me enfrente a ese mismo parto que tantas veces he imaginado, mi cuerpo responderá con esas mismas hormonas, haciendo que sienta alivio, amor y calma.
Meditaciones/Relajación profunda
Saber meditar o relajarse profundamente puede ser muy útil durante el parto. Te da acceso a un estado de concentración total en ti misma, pudiendo separarte mentalmente de otros ruidos del hospital que quizá puedan ponerte nerviosa, haciendo que puedas disfrutar de tu parto sin estar pendiente del tiempo, de los centímetros de dilatación, de las voces de las matronas o médicos, etc.
Deja una respuesta