
Tener miedo durante el parto hace que tu cuerpo segregue altos niveles de adrenalina, la cual no permite que la oxitocina actúe (necesaria para tener contracciones) y además puede reducir el aporte sanguíneo a la placenta. Esto es especialmente necesario en el comienzo del parto, donde cualquier cosa que te haga sentir incómoda o insegura puede hacer que el parto se detenga.
Sin embargo una vez que el momento del nacimiento está cerca, SÍ es habitual entrar en una fase de pérdida de control y miedo (es la fase de transición), y significa que el parto terminará pronto.
Así, es importante poder relajarse, saber encontrar la manera de sentirse cómoda a nivel físico y a nivel mental, y practicarlo durante el embarazo. Pero también es muy importante saber que sí habrá momentos en el parto de pérdida de control, de sentir miedo y dolor, y eso está bien. Es parte del proceso.
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Durante el embarazo puedes ayudar a tu cuerpo y a tu mente a relajarse:
– Explora tus miedos: ¿A qué tienes miedo? ¿Qué puedes hacer para enfrentar esos miedos? (Informarte, hablar, conocer alternativas…)
– Experimenta distintas técnicas de relajación durante el embarazo: masaje, música, meditación, visualizaciones, mantras… Recuerda que te serán útiles durante las primeras fases del parto y que luego está bien perder el control.
– Planifica tu parto para encontrarte en un ambiente seguro y rodeada sólo de personas en las que confíes.
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Algunas técnicas de relajación que pueden ser útiles:
– Masaje: practicar con tu compañer@ de parto qué partes de tu cuerpo te relaja que te toquen y dónde y cómo realmente NO te gusta que lo hagan puede ser de gran ayuda. Hay lugares específicos donde presionar durante las contracciones puede aliviarte, y hay masajes que entre contracciones te relajarán.
– Música y movimiento: la música nos hace entrar en un estado en el que es más fácil dejarse llevar y fluir con las contracciones. Prueba con distintas canciones, distintos ritmos… quédate sólo con la música que te haga sentir bien, que te de energía y que eleve tu positividad. Date cuenta que en el parto es instintivo moverse y gritar, te lo pide el cuerpo, por tanto bailar y cantar es una preparación maravillosa para el parto.
– Mantras: son frases que ayudan a tu cuerpo a conseguir lo que te propones. Debes encontrar tus propias palabras, es más o menos algo como “Puedo parir. Puedo dejarme llevar por las contracciones. Mi cuerpo sabe lo que tiene que hacer”. Dichas (o pensadas) de manera repetitiva provocan que tu cuerpo haga exactamente lo que estás diciendo en la frase. Es el poder de la mente.
– Relajaciones guiadas, respiraciones conscientes y meditaciones: cuando tu matrona te guía a través de una relajación, para que vayas relajando poco a poco todo tu cuerpo y después tu mente, estás acostumbrando a tu cuerpo para que en el momento del parto ese estado de relajación te salga como algo inconsciente. Piensa en la meditación como en un ejercicio mental donde te familiarizas con un estado de ánimo positivo, donde te habitúas a sentirte así, donde sentirte bien (calmada, feliz, consciente) forma parte de tu estado de ánimo. Piensa que meditar es crear las condiciones (físicas y mentales) que te permiten alcanzar ese estado de felicidad, de paz, de tranquilidad. Meditar es reconocer una nueva actitud: simplemente ser, no luchar, no intervenir, no manipular la realidad.
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