
¿Qué puedo hacer si tengo agitación del amamantamiento?
¿Por qué sucede?
1. Analizar sentimientos
2. Desculpabilízate
3. Diario de Tomas
4. Analiza cuándo y cómo
5. Tenemos un Plan
- Evita las tomas de pecho muy largas: poner la alarma del móvil es una idea buenísima, déjale que escoja la canción, pon un tiempo que consideres aceptable para ti y explícale que cuando suene tiene que dejar el pecho. Hazlo, y alucina con lo bien que funciona.
- Autocontrol: sabes en qué circunstancias las tomas son más difíciles. Así que dite a ti misma: “ok, me estoy estresando. Voy a controlarme. Respirar. Relajarme. Pensar en positivo”.
- Actúa contra los múltiples despertares nocturnos: sí, muy fácil decirlo. Pero si eso es lo que te produce la agitación del amamantamiento necesitas poner en marcha un plan. Puede ser turnarte con tu marido, meter a tu niño en tu cama, eliminar las siestas…
- Identifica los problemas que te estresan y soluciónalos uno por uno: si a la hora de la siesta las tomas son muy agobiantes porque está cansado pero no se quiere dormir, no para quieto, se engancha y se suelta un montón de veces y se te hace larguísimo y con mucha agitación, empieza desde ahora a afrontar las siestas de otra manera.
- Si te pone nerviosísima que esté jugando con tu otro pezón mientras mama, evítalo. Dale un chupete para que juegue, ponte un collar que le llame la atención…
- Date cuenta que a veces no es la lactancia en sí lo que te hace estresar, sino el cómo te sientes tú. Si estás cansada, no has tenido tiempo de ducharte, estás hambrienta… empezarás a sentirte ansiosa cuando tu niño mame, pero no por la lactancia, sino por ti.
- No se puede estar a la teta y saltando, jugando y bailando. ¡eso estresa a cualquiera! Los niños necesitan mucho movimiento, pero si quiere teta es momento de estar sentados y con buena postura. Díselo con amor, las veces que haga falta, pero tendrá que decidir: o jugar o tomar teta. Puede que nos toque sostener alguna rabieta, demostrándole que le queremos con locura y que entendemos que se enfade y que llore, pero que hemos puesto esa norma por un bien mayor.
- Cuídate: no puedes cuidar de nadie si tú no estás bien. Come bien, hidrátate, duerme las horas que necesitas, haz ejercicio.
- Negocia el tándem: si estás amamantando a tu niño y a tu bebé es hora de negociar, “cuando el bebé toma tienes que esperar. Y después podrás mamar. “ Tener a un niño en cada pecho a veces es desesperante.
- Distráete (métete en Facebook, juega al Candy-Crush, googlea, ven al grupo y cuéntanos, ponte unos auriculares con música…), la idea es que te olvides de que estás amamantando y el tiempo pase lo más rápido posible.
- STOP: a veces no puedes más, necesitas que deje la teta en este mismo instante. Haz teatro: “Oh! Dios mío! La teta está cansadísima, no puede más, necesita dormir. Corre, corre, acaba rápido y trae tu muñeca para que duerma también”
- Mándale un whatsapp a tu amiga, esa que ay sabe lo que te pasa y te comprende. Seguramente su respuesta te animará.
- Cómete una onza de chocolate (mmmmmm)
- Cierra los ojos e imagínate en la playa, con un mojito en la mano (y sin niños!)
- Ten a mano la foto del día que nació y mírala
Deja una respuesta